Desde muy joven, Ernesto Guevara de la Serna, forjó un temperamento duro, cruel, temerario y acarreó una extraña propensión al suicidio (tendencia que de alguna manera materializó). Predicó y practicó el odio como factor de lucha (sin tener muy en claro contra qué ni contra quién luchaba). En sus escritos y alocuciones se advierte un notable desprecio por los negros, los indios, los bolivianos, los homosexuales (a quienes confinó en campos de trabajo forzado), los cubanos, sus propias esposas (se casó varias veces) y hasta por los guerrilleros de su propia tropa, a quienes no vacilaba en fusilar ante la menor desavenencia. Combinaba su desprecio por la vida (propia y ajena) con un humor sarcástico y elegante heredado por su educación aristocrática.
El presente libro, es la biografía por excelencia que destruye la historieta del Che Guevara «filantrópico y justiciero» para dar paso al Che Guevara real.
Con este ensayo, ha muerto el «Santo Laico» y ha nacido el Canalla.