Chocolates, masticables, helados y chicles era todo lo que Baltasar quería comer. ¡De verduras ni hablar! Según él, le ponen las orejas verdes. Pero un buen día, Baltasar es misteriosamente transportado hacia un mundo desconocido, un mundo donde los niños tienen llamativos peinados, extraños nombres y curiosas costumbres… ¿Será que Baltasar lo está imaginando todo? ¿O realmente existe un lugar llamado Maravillosa Macedonia, donde las verduras y frutas tienen increíbles poderes?
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