La posición de partida de la autora en «Sobre la violencia» consiste en el estudio minucioso de la violencia política en sus encarnaciones extremas dentro del mundo contemporáneo y en su cuidadosa separación entre violencia y poder político; este último es el resultado de la acción cooperativa, mientras que la violencia del siglo XX está ligada al alcance magnificador de la destrucción que proporciona la tecnología.
El análisis de la violencia esta contextualizado dentro del siglo XX.