«Hasta que estas pasiones no mueren y dejan de dominar el cuerpo para
siempre, las nubes de tormenta no se disipan y despejan así la superficie del cielo.»
La historia del pequeño Oliver, criado en un hospicio, empleado en una funeraria y reclutado por una banda de ladrones que él no reconoce como tales, no solo es un soberbio escaparate de celebérrimas creaciones dickensianas, sino que además resulta un magnífico y apasionante relato sobre la inocencia acosada. Los distintos personajes que el héroe va
encontrando en su camino nos descubren al Dickens idílico y sentimental, en una de las muestras más perdurables de su genio.
La posteridad ha convertido en mito las peripecias del pequeño muchacho, vertidas a nuestra lengua aquí por Josep Marco Borillo y el equipo de la Universitat Jaume I de Castelló. La modernidad de la traducción, así como la reveladora introducción que firma el catedrático del University College Philip Horne, convierten la presente en una edición indispensable.