Un genio ruso del siglo XX escribe sobre un genio ruso del siglo XIX. Nabokov aborda la figura y la obra de Gógol con perspicacia y erudición. Perfila su vida, lo sitúa en el contexto de la literatura rusa y, al abordar su producción literaria, se centra sobre todo en sus tres obras maestras: El inspector, Almas muertas y El abrigo. Su conclusión es que la superlativa literatura de Gógol se sustenta no tanto en los argumentos de sus libros como en el manejo del lenguaje y la forma. Nabokov hace una lectura iluminadora de quien para él es «el más extraño poeta en prosa que jamás produjo Rusia». Y a través del análisis de los textos de su compatriota, reflexiona sobre unos planteamientos estéticos y un modo de entender la literatura que son los que él reivindica y utiliza en su propia narrativa. El Nabokov ensayista complementa y enriquece al Nabokov novelista.
«El ingenio, la ironía y la perspicacia de Nabokov convierten este texto en un desfile de satisfacciones para personas inteligentes… Genio y figura. Y también dos en uno: Gógol y Nabokov. Una oferta para gourmets» (José María Guelbenzu, El País).