A Jackie no le gustan las sorpresas: ¡el caos es su enemigo! Hasta que su familia muere en un terrible accidente de coche, y Jackie tiene que mudarse a la otra con los Walters, sus tutores legales, que viven con sus doce hijos en un rancho. Está rodeada por el enemigo: chicos ruidosos, sucios e insoportables que no saben lo que es el espacio personal.
Vale, algunos de los hermanos mayores son guapísimos. Pero también molestos. Jackie no es engreída ni aburrida, por más que ellos digan lo contrario, y tampoco tiene que demostrárselo. ¿Cómo esperan que encaje con el resto de la familia cuando les prometió a sus padres que iba a ser perfecta?