Este libro ensaya una reflexión sobre la violencia más allá de lo que sucede
entre la víctima y el victimario: cuando se constituye en orden estructural de la existencia.
La violencia implica siempre un “exceso” que hace difícil considerarla solo como un medio o instrumento subordinado a determinados propósitos, sino que los seres humanos suelen más bien transformarse en agentes de una violencia que transita a través de ellos.