¿Cómo es que un mandril y una gota de moho saben instintivamente qué comer para equilibrar su consumo de proteínas, grasas y carbohidratos en proporciones perfectas y gozar de buena salud?
El apetito comunica las necesidades nutricionales del organismo al cerebro, y comer de acuerdo con sus demandas, como hacen los animales, debería garantizar una salud óptima en los seres humanos. Antaño nuestros ancestros fueron capaces de intuir qué alimentos necesitaba su cuerpo y en qué proporciones, y gracias a ello comían los adecuados en las cantidades correctas. Vivían en una perfecta armonía nutricional, pero el mundo moderno de la comida rápida ha causado estragos en este sistema evolutivamente perfeccionado.
¿Cuándo y por qué perdimos esta capacidad y, lo más importante, cómo podemos recobrarla?
Raubenheimer y Simpson, tras desarrollar varios estudios científicos, nos demuestran en Come como los animales que el apetito es moldeable: es posible comer para tener una salud óptima, aumentar la fertilidad o prolongar la vida. Comprender la ciencia del apetito ofrece un poder formidable para sanar nuestro cuerpo y llevar el control de nuestra vida.
La mayoría de los organismos vivos saben instintivamente cómo equilibrar sus dietas, excepto los humanos de hoy en día. ¿Cuándo y por qué perdimos esta habilidad y cómo podemos recuperarla? Los autores revelan las respuestas en una apasionante historia de biología evolutiva y ciencia nutricional, basada en años de investigación pionera. Su viaje científico lleva a los lectores a una épica aventura científica que culmina en una teoría unificadora de la nutrición que tiene profundas implicaciones para nuestra actual epidemia de enfermedades metabólicas y obesidad.