El protagonista de esta novela se llama Álvaro Pombo Caller, y amigos y familiares lo llaman –aunque a él no le haga gracia– Alvarito, o Alvarín. El Álvaro Pombo Caller de la novela, tío carnal de nuestro Álvaro Pombo autor, tiene diecinueve años en 1936.
En el Santander provinciano de aquel entonces arde, como en toda España, la confrontación izquierda-derecha, los encarnizados debates intelectuales y las exaltadas proclamas políticas. Alvarín, con su fervor juvenil y su admiración por José Antonio Primo de Rivera, se afilia a Falange Española en 1934. Su padre, Cayo Pombo Ybarra, es un liberal agnóstico y republicano, admirador de Manuel Azaña. No obstante sus diferencias políticas, padre e hijo se quieren mucho y se llevan muy bien.
La madre de Alvarín, Ana Caller Donesteve, la célebre Ana de Pombo, triunfadora en la moda parisina de esos años, ha dejado a su marido Cayo en Santander y ha distribuido a sus hijos en colegios ingleses y franceses. Hay una intensa correspondencia epistolar, muy de la época, entre Ana y su hijo Álvaro. Ha quedado atrás ya el Santander del veraneo regio de Alfonso XIII y su familia, que han abandonado España tras la proclamación de la Segunda República.
En la novela se subraya el carácter de novedad política e intelectual de la República, también su gran agitación por comparación con los sosegados tiempos monárquicos. El principio de la Guerra Civil traerá consecuencias trágicas en Santander, como en el resto de España; también para Álvaro Pombo Caller, falangista de primera línea, que es apresado y encarcelado en el buque-prisión Alfonso Pérez.
Álvaro Pombo –el escritor, no el personaje– regresa a Santander, al universo familiar y al mundo de la adolescencia. Lo hace con una seductora novela de formación filosófica y sentimental.
Las andanzas y cuitas de un adolescente en el Santander de los años treinta del siglo pasado.