Palestina en pedazos amplía y profundiza la reflexión que Lina Meruane inició en 2012, tras un viaje a Beit Jala que constituiría un paradójico volver a casa en nombre de quienes nunca pudieron regresar. Desde esa posición acaso desautorizada pero políticamente comprometida, Meruane escribió la crónica que abre este volumen –“Volverse Palestina”– y continuó escribiendo porque, como diría después, “por más que una ponga un punto final, la terrible realidad de la ocupación ha continuado, exigiendo ser contada para evitar la desaparición de la historia palestina y de su gente”. A esas páginas se sumó una segunda parte –“Volvernos otros”–, una aguda y audaz meditación en torno al lenguaje del conflicto, y una tercera, hasta ahora inédita –“Rostros en mi rostro”–, en la que se repiensa la identidad individual y colectiva impresa en las caras y en las lenguas, así como los contrasentidos culturales que los cuerpos portan. Los tres textos aquí reunidos examinan pertenencias esencialistas, excluyentes, proscritas e inestables a través de una escritura que funde el aire melancólico de la memoria, la agilidad de la crónica viajera, la ironía crítica y el toque reflexivo a la vez que atrevido del ensayo
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