Bienvenidos al Barbizon, el legendario hotel de Nueva York solo para mujeres, cuya historia es también una crónica de Nueva York en el siglo XX y de las mujeres que llegaron a la ciudad con una valija y un sueño, tensionadas entre su deseo de independencia y su temor a perder el tren.
La extraordinaria historia del hotel residencial más famoso de Nueva York y de las mujeres que se alojaron en él, incluidas Grace Kelly, Sylvia Plath y Joan Didion.
Tras la Primera Guerra Mundial, durante los locos años veinte, las mujeres acudieron en tropel a la ciudad de Nueva York. Pensado para jóvenes mujeres con aspiraciones artísticas, el Barbizon incluía impresionantes talleres de arte y salas de ensayo a prueba de sonido. Y, más importante, les tenía prohibida la entrada a los hombres, con lo cual certificaba su respetabilidad y se convertía en el tipo de lugar en el que las jóvenes de una cierta posición podían sentirse como en casa. Con la caída de la Bolsa y la Gran Depresión, la clientela cambió. Las ambiciones femeninas no. El Barbizon se convirtió en el destino predilecto para cualquier joven con un sueño. Sylvia Plath ficcionalizó los días que pasó en él en La campana de cristal; Molly Brown –sobreviviente del Titanic– cantó en una de sus habitaciones su última aria; Grace Kelly bailó sin corpiño por los pasillos; Joan Didion se amparó en él apenas llegada a Manhattan; Ali MacGraw y Jacquelyn Smith se convirtieron en actrices. Al ofrecerles un cuarto propio, el Barbizon las liberó e hizo que sus sueños se volvieran posibles.