Liz Cramer jura que encontrará una manera de escapar del planeta alienígena en el que está atrapada… pero cuando conoce a Raahosh, un alien con pésimo carácter y que, además, nunca la deja sola, ya no está tan segura de querer irse.
Doce humanas quedaron varadas en un planeta de hielo y yo soy una de ellas. Bien por mí. Para sobrevivir tuvimos que adoptar un khui al que me gusta llamar «bicho», un simbionte que está cambiando nuestros cuerpos para que se adapten a esta atmósfera hostil. Mi bicho es un idiota porque cree que soy la pareja del alien más gruñón y enorme de todos, Raahosh. Y claro, él está de acuerdo con mi bicho, así que intentará acercarse a toda costa.
No tiene ni idea de con quién se está metiendo.
Si no fuera por lo mucho que me atrae, ya le habría dicho a ese tipo lo insufrible y aterrador que es. No importa lo que mi bicho piense, Raahosh y yo no estamos destinados a estar juntos. Y sí, de vez en cuando nos besamos, pero es solo por una cuestión biológica, no porque me esté enamorando de él.