través de un conjunto de cartas, traducciones e imitaciones dirigidas al fantasma del poeta andaluz, Jack Spicer (1925-1965) teje una densa malla de mitos, alusiones y metáforas para hacer participar a García Lorca como destinatario de reflexiones poéticas y personales, incidiendo en que toda lectura crea una comunidad espiritual. De esta audaz manera, logra cuestionar conceptos tradicionales asociados a lo poético, como la autenticidad y la autoría. Autor de una poesía austera, cuidada, agresiva y agraviada, la recuperación de la obra de Spicer ha sido considerada uno de los acontecimientos editoriales más importantes de la poesía estadounidense de los últimos cincuenta años, por lo que se le ha comparado, como poeta secreto, con Emily Dickinson.
Autoayuda
Ciencias Humanas