A Victor Galdos no le gusta leer, y nada ni nadie logra convencerlo de que leer es divertido. Pero un buen día el chico abre a regañadientes un libro y descubre que las palabras en el escritas encierran un mundo maravilloso que cobra vida ante sus asombrados ojos. La aventura y unos personajes fantásticos cautivan hasta tal punto su imaginación que, a partir de entonces, nada ni nadie consigue convencerlo de que… deje de leer. El ilustrador del libro es Etienne Delessert, un afamado pintor suizo. El libro cuenta también con un apéndice de actividades donde se analiza el sentido del relato
Autoayuda
Ciencias Humanas