¿Cómo te sientes? ¿Un poco «Agh»? ¿Algo «Meh»? ¿»Mmm… no sé»?
No das en el clavo con el problema, pero no sientes que estés participando en tu propia vida.
Este es el resultado de la acumulación de rasguños, cortaditas y golpes psicológicos. El embotamiento emocional, las microagresiones, las relaciones familiares, las humillaciones durante la infancia, la positividad tóxica y el gaslightting son todos ejemplos de microtraumas que tienen por efecto algunas consecuencias como la ansiedad de alto funcionamiento, la sensación de languidecer, el perfeccionismo desadaptativo, comer de forma emocional y tener problemas para dormir.