Las viñetas de Siempre Gótica parecen muy simples, pero están cargadas de sentimientos.
Figuras leves, casi siluetas que se buscan y se abrazan en espacios mínimos pero reconocibles. Pequeñas historias de búsqueda y desencuentro, reflexiones sobre el amor y el desamor cargadas de nostalgia y melancolía, pero que siempre entregan una sensación de calidez y famliaridad.
Surgidas como por catarsis y a veces gatilladas por una imagen al pasar o la letra de una canción, sus sugerentes líneas nos identifican a todos, y de ahí su éxito transversal.