«La vida era como un lienzo en blanco, un cliché, un culebrón. Me sentía letal, al borde de la histeria. Mis ansias nocturnas de sangre inundaban también mis días y tuve que dejar la ciudad. Mi máscara de cordura amenazaba con desaparecer. Para mí era la estación más dura y necesitaba vacaciones.»
El sofisticado, inteligente y vanidoso Patrick Bateman trabaja en Wall Street, idolatra al joven magnate Donald Trump, cena en los restaurantes de moda de Nueva York y es capaz de distinguir un traje Armani a cincuenta metros de distancia.
Asistimos a lujosas fiestas acompañados de sus amigos, mientras hablan de ropa, negocios y esnifan cocaína entre risas. Bateman es un yuppie más, uno de esos hombres de clase media-alta, rebosantes de confianza, que habitan las calles de Manhattan, aspirando a subir más y más en la escalera del poder empresarial, preocupados por vivir entre comodidades y obsesionados con su físico. Sin embargo, Bateman lleva un doble vida, y por las noches se dedica a violar, torturar y asesinar.
Bret Easton Ellis lanza una crítica corrosiva hacia el egoísmo y la depravación del capitalismo exacerbado: un retrato desolador, irónico y rabiosamente vigente de un mundo al borde del colapso en el que todavía vivimos.